jueves, 29 de septiembre de 2016

ENSEÑAR A AMAR

Hay veces, que mi hijo Unai comienza con una retahíla, tal cual:
Ama, ¿porqué no te peinas como las otras madres?.
Ama, ¿porqué no te maquillas como las otras madres?.
Ama, no me gusta como te vistes, no te cuidas, no te alisas el pelo, pareces una gitanilla, pareces una vieja. Vete con las otras madres.
Es un toma y daca entre pequeños toques, de un juego que aumentan en dureza, un juego entre jajaja y jijiji, pero hasta que le dices; basta!.
Porque el juego comienza a tener connotaciones agresivas.
- Yo Soy, yo y el resto de las madres cada cual se preparará como ella o él quieran ir.
Para pedirme perdón, mi hijo me abraza y me da un achuchón. Y le digo:
Eso es lo que yo quiero para ti; que aprendas a amar a las personas: no por la ropa que llevan, no por sus peinados, no por su color de piel, no por el dinero,.... ese abrazo es mi lección para ti.
Ama porque sí, respetando al otro por ser quién es, aunque no lo entiendas ni tú ni él, eso es amar.
Y cuando alguién se halla acercado para hacerte daño; a ese perdónale y deseale un buen camino. Con el tiempo entendera que tú con ese gesto ya eras amigo.


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