Ayer, 14 de mayo del 2016, tuvimos comunión. Guapas, guapas, nos preparamos para celebrar con la familia un día especial para Eider.
Hubo dos momentos de gran emotividad para mí. El primero sería cuando empezamos una ronda de dedicatorias a nuestra homenajeada del día. Para ella, sería la primera estrofa de algo que al llegar a casa cogería más cuerpo, los demás sobrinos también se la merecen. ¿Por qué?, para que valoren este segundo momento, en el que están juntos.
Para todos vosotros este poema:
Si alguna vez crees que las estrellas ya no
brillan; mírate en un espejo, allí verás la estrella más grande y la que brilla sin parar.
Piensa en la palabra "humildad", entonces
empezarás a ver como las demás denotan una pequeña luz, que si con ella logras empatizar, te llevará a descubrir lo que
esconde la humanidad.
Eres único/a, eres genial, eres una persona
que no cesa de brillar; sólo tienes que creer que esa luz puede alcanzar tus sueños y hacerlos realidad.
Mira al cielo, mira el espejo, una vez más; todos brillamos hasta el día final, en el que la luz se apaga, porque dejamos de soñar.
Queridos sobrinos: soñar, soñar, soñar...para que podamos tener fotos como estás, para recordar que compartimos; genética,
un cielo y un brillo "Sajeracional".
De vosotros depende, que nos volvamos a juntar; para ver qué vuestros sueños lográis alcanzar o simplemente para celebrar que esa luz no ha llegado a su final.
Nuestro apoyo es incondicional.
Os quieren vuestros tíos y primos; recordazlo hasta el final!!
Marisol Andrade.
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