A mí me enseñaron que la verdad es una cuestión de tiempo que salga a la luz, como la tóxicidad en el agua, lo menos denso siempre flota; bien puede ser aluminia como puede ser un tapón de plástico.
Cuando ese tipo de productos cae en el saco de la codicia sin fondo, es cuando detona el proceso de desigualdad y es cuando debemos de mirar al término: DIGNIDAD.
La dignidad es:
" Una tarde de niños acercandose al campo del casero donde los manzanos que durante años han sido cuidados dan sus manzanas; jugosas, verdes aún, pero relindas en forma y color. Los niños se cuelgan de la rama para poder alcanzar las manzanas, menos una niña que desde el suelo sólo dice:
-Allí viene el casero!.
Todos los niños se balancean sobre la rama, lo que hace que está cruja, estallé y se resquebrajé. Todos salen despavoridos al ver como un casero encorbado con su maquilla salé y regaña. Defendiendo lo que es suyo, y que al que ha dedicado todo su tiempo y esfuerzo, a trabajado poniendo el alma.
Todos escapan menos una niña.
- Y tú porque no salés corriendo?-pregunta el casero.
-yo, yo sólo quiero una manzana, pero no quería que el árbol partiera su rama.
Entoncés el casero recorre el campo y abre la valla para extender a la niña su mano y darlé paso a su casa.
-Tori, maittia!- le dice - no una, sino un cesto de manzanas. Cuando quierás y necesites si vienes a pedir y hay en casa se te dará.
Un cesto de manzanas y un ramo de laurel para el domingo de ramos llevó la niña a su debota madre. Y en el corazón un amigo nuevo, el casero vecino a quién querría, respetaría y nunca hurtaría."
Debo de decir que la confianza siempre deba de ser la base para la buena realización de todo proyecto, pero la confianza en doble sentido, el que desconfia puede ser que también esté en tela de juicio. No debe haber imposición, no con ira en las caras, no con canciones tontas intimidatorias, no acobardar con frases de segundas partes, no con marcaciones que llevan mensajes de allí para acá. Vuelvo a repetir; cuando uno pone en tela de juicio la clase de confianza a depositar, él mismo puede estar siendo mirado como desconfiado. Y los dos tenemos puntos de sinergía.
El caso es que cuando uno ya ve las caras y las pupilas, lee; quién sigue riendose, quién canta y lo que canta, quién obstaculiza y quién no cede nada.
Yo sólo sigo mi instinto, porque creo en mí y es lo único que tengo; mi vida y mi alma para defender aquello que pienso y siento con total dignidad.
Lo primero pués es el cambio en la terminología para dar dignidad a la asociación, el primer cambio viene determinado por uno mismo.
Porque las personas desde su niñez No son discapacitadas, ni deficientes; son capacitadas en función de su naturaleza (la que ya pusó sus propias limitaciones) y no son ni menos ni más que nadie, luego no son; minus-validas.
Esa es la dignidad que voy a defender, mi compromiso para hacerlo entra en cuanto pueda hacer los cambios legales, hoy los hago en mi propio blog.
Para acabar, la dignidad es la libertad de expresión en todos las áreas en las que habita el ser humano, con su propia naturaleza intrínseca, pero el respeto viene determinado por la no violencia en todos los sentidos, para no crear represión, ni tortura, ni un mal habitat de convivencia.
La dignidad es ver que sólo pides para tus hijos lo mismo que deseas para los de tus convecinos; que sean felices, tal y con son.
Por hoy aquí lo dejo: sientan, piensen y transmitan valores POSITIVOS.
Marisol Andrade.
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