Llega el verano y con él, algunos tienen la suerte de poder disfrutar todavía de sus abuelos. Solamente, decir la palabra abuelos, a muchos les habrán venido; no sólo los recuerdos de compartir el tiempo con ellos, sino también sensaciones "in vivo". Por ejemplo, si yo digo; ¿cúal era tu plato preferido y que te hacía tu abuela?, les vendrá el plato a la memoria, pero, también su olor, su sabor y la emoción de estar compartiendo ese plato con los seres que has querido.
El sabor es un conjunto de lectura química, que hacen nuestras papilas gustativas, nuestro órgano olfativo y el nervio trigémino; en función de lo que nos llevamos a la boca. Los 5 sabores de base son; el dulce, el amargo, el agrio, el salado y el umami. Se hablaba también de un sabor asociado a la grasa, pero no sé todavía cuál es su nombre. Todos ellos forman una combinación en el paladar, todos juntos se suman a lo que estamos viviendo en el entorno, para darnos una sensación de placer o de displacer.
Aunque los humanos lo que prefieren claramente, es siempre; el placer.
Pero, ¿sabemos poner medida al placer?.
La adicción es aquella condición en la que no sabemos medir aquello que nos causa placer, luego, actuamos de una manera desmesurada para obtener la dopamina que hace que nuestro cerebro realmente se sienta bien.
Philip James, exdirector técnico de nutrición de la Organización Mundial de la Salud, la OMS, es especialista del mundo en obesidad y enfermedades epidemiológicas como la diabetes.
A él se le pidió hace un tiempo, que redactara un informe para saber cuanto azúcar se necesitaba añadir a los alimentos para ser aptos para el consumo de las personas. Cual fue la desilusión de las grandes marcas de la industria alimenticia, cuando este gran hombre en su libro; dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas, redactó aquello de que: no era necesario añadir ningún tipo de azúcar.
El sabor es un conjunto de lectura química, que hacen nuestras papilas gustativas, nuestro órgano olfativo y el nervio trigémino; en función de lo que nos llevamos a la boca. Los 5 sabores de base son; el dulce, el amargo, el agrio, el salado y el umami. Se hablaba también de un sabor asociado a la grasa, pero no sé todavía cuál es su nombre. Todos ellos forman una combinación en el paladar, todos juntos se suman a lo que estamos viviendo en el entorno, para darnos una sensación de placer o de displacer.
Aunque los humanos lo que prefieren claramente, es siempre; el placer.
Pero, ¿sabemos poner medida al placer?.
La adicción es aquella condición en la que no sabemos medir aquello que nos causa placer, luego, actuamos de una manera desmesurada para obtener la dopamina que hace que nuestro cerebro realmente se sienta bien.
Philip James, exdirector técnico de nutrición de la Organización Mundial de la Salud, la OMS, es especialista del mundo en obesidad y enfermedades epidemiológicas como la diabetes.
A él se le pidió hace un tiempo, que redactara un informe para saber cuanto azúcar se necesitaba añadir a los alimentos para ser aptos para el consumo de las personas. Cual fue la desilusión de las grandes marcas de la industria alimenticia, cuando este gran hombre en su libro; dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas, redactó aquello de que: no era necesario añadir ningún tipo de azúcar.
Esto le supuso el abrir un frente ante las grandes marcas mundiales de la alimentación, que se hizo aún más potente, cuando confirmaba la correlación que habría entre la ingesta de azúcares con la obesidad. El demostró; que a nuestro cerebro le cuesta el decir basta, a las calorías extras que estamos ingiriendo. Entre otras cosas, porque el cerebro está en una situación de Super placer.
Todos sabemos, que la mayoría de alimentos que llevan la combinación; azúcar, grasa, más sal, hacen que la combinación sea la más complaciente ante el paladar más exigente. Es ahí donde comenzó a forjarse el gran imperio de los cristales blancos.
Las grandes marcas industriales como; Nestle, Ferrero, Lu, Coca Cola, Kraft, etcétera, lo saben perfectamente.
La EPSA es la empresa, en Europa, que les da paso para que todo lo que crean pueda llegar al plato. Los científicos que dan paso, a que; no hay correlación entre el azúcar y la obesidad, es porque hoy día, no tienen puestos los ojos y los oídos en todas las personas que padecemos diabetes ni otras enfermedades crónicas. Son los que hacen la vista gorda a la realidad de las vidas que gritan axfisiandose entre los propios kilos, necesito volver a ingerir, por casualidad, sus apetecibles marcas.
Todos sabemos, que la mayoría de alimentos que llevan la combinación; azúcar, grasa, más sal, hacen que la combinación sea la más complaciente ante el paladar más exigente. Es ahí donde comenzó a forjarse el gran imperio de los cristales blancos.
Las grandes marcas industriales como; Nestle, Ferrero, Lu, Coca Cola, Kraft, etcétera, lo saben perfectamente.
La EPSA es la empresa, en Europa, que les da paso para que todo lo que crean pueda llegar al plato. Los científicos que dan paso, a que; no hay correlación entre el azúcar y la obesidad, es porque hoy día, no tienen puestos los ojos y los oídos en todas las personas que padecemos diabetes ni otras enfermedades crónicas. Son los que hacen la vista gorda a la realidad de las vidas que gritan axfisiandose entre los propios kilos, necesito volver a ingerir, por casualidad, sus apetecibles marcas.
Corroborenlo en el reportaje de la noche temática: sobredosis de azúcar.
Pero, no por ello y porque no se haya determinado la propuesta sobre el etiquetado en forma de colores como un semáforo, propuesta por Glenis Willmott, debemos de tirar la toalla. Porque ese es el punto clave, el ser consciente del problema.
Aquí, cada cual barre para su casa y no diré: que no me gusta la Nutella, y no diré que no me gusta una Coca-Cola y su botella de cristal, y no diré que creo que Nestlé ayuda a muchos niñ@s con sus leches y sus productos, para sacarlos de la malnutrición del Tercer Mundo. Luego, mi manera de pensar es; que debemos de mirar cuál ha sido el gran problema.
Si yo hago la comparativa entre, por ejemplo, la Nutella y la crema de algarroba Carobella, que está certificada como producto bio y ecológico, que viene a ser muy parecida en; color, pasta y atracción de sabor por un niñ@, comprobaré:
mirando el etiquetado de las dos, veríamos que las dos utilizan; grasa de Palma, las dos utilizan lecitina de soja e incluso la ecológica harina de soja, y la gran diferencia, puede estar en qué; Nutella utiliza vainillina, que puede venir por producción vía laboratorio a partir de productos petroquímicos, o a partir de lignina. Pero, Carobella, también utiliza un aroma de vainilla, que no dice cúal es su procedencia. Que yo sepa, sólo puede venir de las dos anteriores o también del castoreum, sustancia excretada por el castor, de una glándula muy cercana a su ano.
Emplean aromas, debido a que la vaina de la vainilla es extremadamente cara. No hemos plantado, ni cuidado de Vaillinas, las orquídeas que dan ese super poder a nuestro paladar. Hemos dejado que lo artificial se cree en laboratorios, y supla el ritmo de lo natural.
Lo que está claro, es que hay que pedir; tanto a las grandes compañías, como a las nuevas compañías que dicen ser ecológicas, que utilicen productos naturales. Que las fuentes primarias sean lo más puras posibles, (sino, que fomenten y subvencionen cultivos naturales) y desde luego adviertan de la importancia, no sólo de la cantidad de azúcar que llevan, sino que ayuden a las personas a que se den cuenta; de que el uso muy continuado de sus productos, generan una situación de dependencia y a su vez, pueden llevar a la persona a enfermedades como la diabetes, obesidad mórbida, y disfunciones alimenticias varias.
Me gustaría preguntarles a todos los científicos, que están en el mundo de la alimentación, con certificado eco o sin él. ¿cúales son las plantas que hoy en día, no han sufrido mutaciones?, cuando todos sabemos que hemos generado; plantas resistentes a ciertas plagas y a ciertas enfermedades. A su vez, esas mismas plantas han sido las que de alguna manera, han contribuido a que el resto de las plantas de alrededor vaya mutando también, porque; al aire, a las abejas, a las mariposas,... nadie les ha enseñado que especies mutadas no deben de polinizar. Luego, hoy día, y no es cuestión de echarle, a un "santo" sólo, las culpas, hay muchas hectáreas de tierra que no llevan plantas puras, sino plantas que han sido creadas para ser más resistentes y más productivas. El ADN se ha modificado, luego, que ecologista certifica que las plantas no estan mutadas por polinización o por simple mutación mendeliana, como certificó Mendel en sus estudios; de una manera natural, para adaptarse y sobrevivir. También, a los tiempos en los que el aire lleva de todo, sólo nos toca re-educarnos en alimentación y es algo que nos va a costar y mucho.
¿Por qué? Pués porque el placer debe de tener límites desde la conciencia y no sólo echando la culpa a los que han ido por delante abriendo grandes mercados.
A ellos les pido que sean los primeros en ser líderes de abrir el camino de lo natural, invirtiendo en salud. Luego a nuestra marca "Lu kraft Skywalker" y al resto de las supermarcas, decirles: que es hora de enseñar la luz.
Para acabar, recordar las grandes palabras de José Mújica, en el vídeo del reportaje Human, dónde nos dice sabiamente; que lo único que es nuestro, es nuestro tiempo y como lo empleamos.
Somos dueños de la cartera en la que sabemos lo que nos cuesta meter el dinero. Sabemos o deberíamos de saber, cuanto nos cuesta sacar ese dinero, para hacer algo últil con él. Ese es el verdadero ser humano que puede mover el mundo: el que con conciencia, mide y dosifica, su dinero, su tiempo y en qué invierte su placer para recordar no sólo los sabores que sus abuelos sembraron en su mente, sino los sabores que debemos dejar a nuestros hijos para no ser aniquilados por el imperio de los cristales blancos.
Marisol Andrade.
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