martes, 5 de julio de 2016

SONRISAS

Esta es la reacción que se acontece cuando la risa es verdadera. Este sábado, estábamos oyendo el podcast de "nadie sabe nada" y cuando yo me río de una manera sana, lo que obtengo, es un producto sano.
 ¿Qué es lo que se le transmite al niñ@?; aquello que tú estás sintiendo.
 Los niñ@s son esponjas y en el mundo tan complicado de un niñ@ si quieres transmitir felicidad debes de sentir felicidad; calidad de felicidad. 
Esa felicidad puede venir por una espiral aurea, como la vivida este sábado con un simple programa de radio, dónde; si la a=Andreu o Alberto y siendo la b= Buenafuente o Berto. El orden de los factores no altera el producto. Lo que se obtiene es:
a+b/a= a/b = φ
φ= número aureo
De ahí lo de la espiral aurea. Son un conjunto que transmite esa magia. Lo entenderán mejor si oyen el programa;



Que sea casualidad o causalidad, vendrá en función de la cara de la moneda por la que estemos mirando. Me explicó; el azar y el destino heurístico van en la misma moneda también, alguno dirá; vaya explicación de mierda, no aclara nada!. Pues eso mismo! El todo y la nada, van en la misma moneda. ¿Quién tiene más; el todo o la nada?
No será, quién tenga la suerte de estar en el medio y hacer uso de las dos caras de la moneda para cuando te hace falta, en función de la naturaleza de tu necesidad.
No hace falta ser metafísico para comprender  que lo que realmente te hace feliz es ver feliz aquello que quieres con todo tu corazón.
Lo metafísico es entender que el camino para lograrlo pasa porque puedes utilizar el arte, de ahí lo de; arte-sano, arte-sana. 
La creatividad como vía de la inteligencia lateral, crea respuestas a aquello que nos cuesta verbalizar, bien por miedos, vergüenzas, carencias de manejo de la palabra, serenidad en el momento que vives, etc. Un número de factores que hacen que avances o te estanques según los vas afrontando.
Ya me gustaría medir la casualidad.  Cerca de dos meses y medio, a mí,  me han sucedido dos anécdotas majas.
 La primera: yo creo que la historia de mi vida es una historia de superación, y no lo digo sólo por la condición de mi hija, sino por lo vivido. Creyéndome así de importante, alguna vez me han entrado ganas de mandar esto que redactó y me pasa, a algún director de cine. Nada más y nada menos que el mes pasado sería, cuando me puse a buscar el nombre de Iban Gonzalez. ¿Por qué este director?, pues por las coincidencias de que somos los dos del 73, somos de Arrasate y tenemos un hijo llamado Unai. Pero sobretodo por su corto con su propio hijo: "Dame un minuto de Paz"



Si esa es la sensibilidad de ese hombre, ese es el director que yo elegiría para contar mi historia.
Cual fue la casualidad, pues que buscando en Internet a este buen hombre, me di cuenta que no tiene donde dejar los curriculums o sugerencias. Pero, el señor "destino" me lo pone a la cola de la caja del super. Ostras! Yo analizando la situación,  esta es la mía!. Pues no! Estaba con su pareja (guapísima por cierto), y lo primero que pensé fue; quién coño soy yo, para quitarle un minuto de su tiempo libre, disfrutando con su pareja. Debe ser una gozada ser alguien conocido, pero  que respete la peña!. 
Y así lo dejé,  sin decirle nada. Ojalá aparezca el director que vea por si mismo que esto es una buena historia y que le apetezca hacerlo porque él quiere y no porque le robas parte de su tiempo.
La segunda anécdota: es sobre justo después de mencionar a Anonymous en el clave de humor 15. El navegador de YouTube me empieza a sugerir vídeos de esta " legión ".
Yo que provengo de la época del Algarrobo y Curro Jiménez. Yo que he tenido un abuelo que ha sido torturado por la guardia civil, cuando ayudaban a camuflar en casa gente que pasaba de Portugal a España, para luego traspasar a Europa. Yo tengo un espíritu; 
re-evolucionario, pero no, revolucionario. Sí es verdad que me gustaría contribuir a cambiar el sistema de mierd* que impera, pero,  no soy legionaria, ni militante. Soy pacifista.
Y el perdón es necesario, aunque no olvides.
Luego, no se yo, si encajó en la definición de Anonymous, a mí que me gusta la transparencia.
Sin más. 
Miren sus sonrisas y determinen el movimiento de sus músculos para saber si lo que los mueve es; la casualidad o la causalidad, el azar o el destino. 
Por cierto, si la moneda la mueves tú, siempre será causalidad. Luego, puede haber alguien que este moviendo la moneda y te enseñe la parte del azar. La pregunta es:
¿Lo enseña o te lo impone?.
Marisol Andrade.
Igual les interesa:



No hay comentarios:

Publicar un comentario