lunes, 21 de enero de 2013

DISFAGIA

Disfagia es el término que se utiliza para cualquier dificultad a la hora de la deglución (tragar). Si bien una deglución se realiza en cuatro fases, hay que tener en cuenta todos los músculos que intervienen así como la anatomía de los mismos.

1) Los estímulos de índole visual, de olor, de tacto y palatización conforma la producción de saliva para que al poner los alimentos y las bebidas en la boca esta disponga de suficiente líquido para facilitar el proceso de masticación.
2) Cuando los alimentos se han masticado lo suficiente el bolo blando, su lengua los enviará a la parte trasera de la boca, hacia la parte superior del tubo llamado faringe y que une con el estómago. Ahí el movimiento todavía es voluntario, por lo que si trabajamos con niños/as con grandes discapacidades en este punto hay que ayudarles a educar el sistema; de movimiento de lengua y de movimiento de ayuda hasta la faringe.
Trabajar el sistema orofacial es importantísimo, dar a conocer al niño/a con información previa; que es la hora de comer, que los músculos maseteros, oblicuos, los labios, encías, dientes, lengua, se encuentren preparados y fortalezidos para la admisión de dichos alimentos, y que puedan transmitir la información recogida al cerebro es vital. (recuerden los receptores de la lengua son muchísimos, unos de los mayores puntos de concentración).Reeducar en este sentido costará mucho más.
3) Una vez que el bolo de alimentos alcanza la faringe, el proceso de deglución  se hará automático. Su laringe se cerrará para evitar que los alimentos o los líquidos puedan pasar a vías respiratorias y los pulmones, y para hacer posible el descenso por el esófago.
4) El esófago que es un tubo que se contrae automáticamente, impulsa los alimentos hacia el estómago.
Este problema es fundamental detectarlo cuanto antes para un buen trabajo desde sus inicios. Evitaremos atascamientos y sensaciones de bloqueo y molestias varias, y a su vez, dolores de pecho, que pueden ocasionar vómitos constantes.
Igualmente, abría que valorar que no haya problemas más graves como la deshidratación y la malnutrición; debido a que  proteínas y calorías ingeridas llegan a ser insuficientes  para preservar la salud. Así como el aporte vitamínico y mineral para hacer que el sistema inmunitario no se vea afectado.
 Por otra parte, si las aspiraciones de alimentos alcanzan el pulmón, los cuadros a presentar puedan ser de infección pulmonar constante o reiterada así como neumonías varias.
Hay que detectar si el problema es estructural o funcional; si es estructural querrá decir, que  que el esófago es demasiado estrecho para el paso de alimentos y si el problema es funcional, significará que es el mecanismo muscular el que hay que trabajar, modificar, etc.
Luego, primero es un buen diagnóstico.
La disfagia no se cura, pero se trata para facilitar la ingestión. El tratamiento consiste; bien cirugía (lo último), bien modificaciones físicas, modificaciones en deglutir, o  modificaciones en la alimentación (el primer intento, sin ninguna duda). Debe de tener confianza y ser constante en el trabajo.
Hay que tener en cuenta que no siempre la medicación de ciertos niños/as, por lo general antiepilepticos, ayuden a que el proceso de deglución sea bueno. Cuando se da estos casos, hay que mirar junto con el especialista y consensuar los niveles de medicación o su posible sustitución.
La postura a la hora de trabajar es igualmente importante tanto la del que da la comida como del comensal, debe de estar erguido, con los hombros rectos. Para evitar que el cuerpo vaya hacia atrás y pueda dar lugar a la introducción del bolo por una falsa vía. Nunca tumbarse pues.
Siempre fortalecer y predisponer los músculos de su intervención, tanto mandibulares como craneales, como de la garganta.
Realizar una buena respiración puede ayudar, pero aquí, el Yoga, para tranquilizarnos empieza por uno mismo, marcando un ritmo distendido y sin tensión, donde no se vaya contrareloj y dejar que el niño se haga participe de ese sonido respiratorio y vaya aprendiendo. (Aquí yo soy la primera pecadora porque nuestra sociedad lo hace todo a contra reloj, pero, cuando ya ves como va el proceso y los días son duros, encuentras que la respiración ayuda muchiiiisimo.)
El hábito de comer, debe de ser disciplinado y mantener unas horas para el proceso de digestión de la comida lo deba de ser mucho más.(de 3-4 horas entre comida, comida).
La modificación de los alimentos en pequeños trocitos debe ser fundamental, la comida pasada, es un principio pero a  medida que crecen, la demanda va siendo de mayor aporte y de mayor consistencia. De ahí que trabajar pequeños trozos empieze siendo reto (Aquí nos encontramos nosotras).
Como curiosidad comentarles como un pueblo muy sabio, trata y trabaja el sistema de nutrir antes incluso de que el proceso de masticación sea constituido como tal.
Los Inuit, el pueblo esquimal, que hace frente a duras condiciones de adversión climática, tiene periodos donde el frío extremo les hace quedarse dentro de sus casa unos cuantos días. Las madres inuit criaban a sus hijos con los alimentos que entonces tenían más cerca, el halibut y el caribú, pescado y carne de alto contenido oleico Omega3 y proteico, ellas tras periodos de lactancia muy muy largos, comienzan a generar bolos alimenticios en sus propias bocas y que van dando a sus pequeños para que así se nutran debidamente. Cogerán una capa en la piel que hace que aguanten las temperaturas con las que conviven de manera tan natural y la afronte con igual naturalidad.
Los niños no tienen todavía la formación dentaria conformada cuando ya están más que inmunizados y constituidos para afrontar no sólo el reto de masticar, sino otros muchos más complejos.
Es un pueblo muyyyy sabio, queriendoles recordar un buen documental he intentado introducir un link para que visionaran un vídeo, pero se ha retirado de you tube por cuestiones de copyright.
Si pueden visionen: "Nanook el esquimal" o "Nanook on the North".

Hay niños/as que presentan oras dificultades, como haber perdido el sentido del olfato o el tacto luego no siempre  producirán suficiente saliva para ablandar los alimentos. Luego, hay que tener líquidos al lado para facilitar su tránsito. Si se utilizan espesantes para estos líquidos, hay que mirar la procedencia de los mismos, que venga de una fuente natural y ecológica como puede ser la simple fécula de la patata o la gelatina de pastelería, que aunque es de origen porcino, es mejor que la utilización de ciertos espesantes cuyo origen pudiera ser maíz trangénico.
Estimular al inicio  con alimentos un poco ácidos puede ayudarnos, puesto que provocan el reflejo de deglución de manera automática (pero aquí también cuidado porque ciertos cuadros de epilepsia puedan verse afectados, y se crean espasmos).
Lo que siempre hay que hacer es; cuidar la presentación, cuidar lo que comemos y disfrutar y hacer disfrutar al/la niño/a para que el comer no sea un calvario, sea un acto de Amor.

Y como es mejor visionarlo que contarlo, juzguen; a nosotras nos dijeron que íbamos a estar muuuuchooooo tiempo con la sonda. Tardamos tres días en quitarla y aunque no ha sido camino fácil, merece la pena lo conseguido, lo dicho juzguen ustedes mismos:



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