Dime mi niña, ¿cúal es tu sueño?.
Que yo iré a pedirle al cielo;
Que todos los que te ven te vean por dentro.
Que todos los que te oyen te escuchen cantar.
Que todos los que huelen se aromaticen con tu olor a bebé.
Que todos los que degusten se deleiten con lo que te llevas al paladar.
Que todos los que tocan te sientan al empatizar.
Que todos los que intuyen vibren hasta su alma mover.
Dime mi niña, ¿cúal es tu querer?.
Que yo iré hacia la multitud, a pedirle a San Google, que tú quieres hacer qué un mundo mejor se pueda mover. El tiempo de los sueños realidad se han de complacer, porque lo importante es; que los demás niños se respeten por su verdadero ser.
Así vendrán de nuevo los tiempos del renacer, dónde cada uno encontrará soluciones a problemas que se pueden resolver.
Dime mi niña, ¿cúanto te puedo querer? Que siento el momento en el que te puedo perder y quizás no moví un dedo, para gritar a este mundo que tú naciste para dejarte querer y enseñar que lo importante es saber escuchar el silencio; en el que la vida son momentos, en los que uno es amado y ama por puro placer. Dime mi niña, cuéntame.
Marisol Andrade.
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