A ti, que acunaste mi ser en tus brazos.
A ti, madre, a la que he infravalorado tantas veces.
A ti, te recuerdo; peinándome, bañándome, vistiendome, cantándome,..., a ti y a tus manos agrietadas por el sufrimiento de la lejia y el estropajo, para darnos con tanto sacrificio lo mejor que has podido; el estar en lo bueno y en lo malo.
Pero, mi padre, a su manera, como le educaron, hizó; otro tanto.
A ti, mi abuela paterna. A ti, mi abuela materna, que habéis aportado historias, relatos; pero también el trabajo que reflejaban vuestras manos; del tiempo de criar a los padres, las madres y sacar adelante; el huerto, la casa, el duro trabajo del campo.
Pero, mis abuelos, a su manera, como los educaron, hicieron; otro tanto.
A ti, a la "mujer" que me pone el desayuno todas las mañanas, a la que me ayuda en los trabajos de la casa, a la que comparte peñas y alegrias en mi cama. A ti, cari, compañero/a del alma.
A la mujer que llevas dentro le doy las Gracias!! (Pero, que estoy diciendo...)
Cari, tú este día, te mereces que te valoren por el rol que desempeñas... el encasquetado a la mujer. Que te valoren por igual; no por mujer, no por hombre, sino por ser humano!.
En cada mujer, un hombre. En cada hombre, una mujer.
Hoy no debiera de existir un día para desigualitar el ser. Si se busca igualdad, es lo que ha de cambiar.
8 de marzo, día del ser humano.
Evolucionemos!
Marisol Andrade.
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