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TXIMELETA gela es el aula estable de Aspace, en el colegio Luis Ezeiza, de Eskoriatza.
Lorena empezó en la gela con ocho meses, en el colegio Jose Arana, de Escoriaza. Es un colegio concertado. Era el colegio donde iba el hermanito de Lorena, el que nosotros habíamos elegido para nuestros hijos.
Cada año, el Berritzegune; qué es una institución que media entre educación de niños "normales", vamos a decir, y Aspace. Aspace; qué es la asociación a la que nosotros pertenecemos. La cual se encarga; del tratamiento y coeducación de estos niños "especiales".
Pues, como les decía, el Berritzegune, todos los años venía a preguntarme; qué es lo que quería hacer con mi hija al año siguiente. Debía de decidir; si dejarla entre niños o llevarla al centro de Aspace. Centro al que acudiamos por las mañanas, a partir del segundo año de Lorena. Los primeros años, fueron: unos años en la guardería de mañana, y tres/dos horas a la semana tratamiento fisiológico en Aspace.
Como yo, otras tantas madres en la comarca. Aunque con graves problemas sensoriales y con afectaciones graves en lo que es el mundo de la parálisis cerebral estábamos siete madres.
Una madre puso toda la confianza en Aspace y allí tenía su hija todo el día; desde las nueve hasta las cinco, como un horario escolar normal. El resto, que me conste cinco, estábamos escolarizados entre niños "normales".
Hemos estado ocho años defendiendo la postura; de que nuestros hijos debían estar entre el resto de los niños, como un niño más, con su condición.
Una madre tenía su hijo en el colegio Luis Ezeiza, colegio público, no es más ni es menos que el resto. Pero a la hora de ayudas, cobra más que el resto. Luego un proyecto como el nuestro era más viable en la condición de colegio público, que en uno concertado.
Esta institución, en sí, apostó por ir a hablar con él Ministerio de Educación. Esa madre y ese colegio tenían la misma postura que el resto de las madres, pero es en verdad, que ese colegio, se implicó en querer ser la institución que acogiera a los niños por igual.
Otras dos madres hicimos la petición por medio de una carta al Ministerio de Educación.
Nos propusieron el proyecto del aula estable, en dicho colegio y aceptamos. Para comenzar el cambio no está mal, pero cada padre elige el colegio de su hijo. ¿No es verdad? Luego ese derecho es el que no se ha dado.
Hemos estado contentos en Jose Arana, en Almen y estamos contentos en Luis Ezeiza.
Ha sido un desgaste de ocho años tanto; psicológico cómo físico pero ha merecido la pena para ver cosas como las que se ven en el vídeo. Que no es otra, que ver que ellos pueden ser uno más en este mundo, dónde las barreras las pone el ser humano.
(Voy hacer un inciso con un pregunta personal; ¿cómo les sentaría a ustedes, que en la prensa local, se de el mérito a una sola madre?. Si fuera homeopatía, gotitas de cicuta, que alimentan el menosprecio. Hay que superar la desigualdad, un día sí y otro también. )
Seguimos:
Nos queda mucho por hacer; queda la parte extraescolar, la ampliación a un segundo nivel escolar,...
Pero cómo! ¿estos niños tienen que tener actividades extraescolares?.
Miren a su alrededor y díganme, cuándo salen los niños del colegio ¿que hacen?. Igual se le sobresatura demasiado. No es ni una cosa, ni la otra, es tener la opción a formar parte de actividades como, por ejemplo:
Poder ir a una piscina. Ya es triste tenerla enfrente de casa y haber salido ocho años a buscarlas al pueblo de al lado.
Ya es triste que los niños de la escuela tengan su opción de aprendizaje en la piscina, pero la tuya no puede ir, porque no está acondicionada.
Que encima te diga la asociación a la que perteneces; que ellos no los van a llevar si no está acondicionada. ¿Cuál es el problema? pues, que no pueden certificar de alguna manera la realidad. ¿Qué es lo que debería de hacer tu asociación? corroborar que no está en estado de poder igualar el trato con los otros niños. Corroborar certificar y transmitir a la institución pertinente, que es una actividad pausible para el aula y la integración, pero que necesita ciertas condiciones.
De los ocho años que he llevado a mi hija a una piscina, fuera del pueblo, sólo un año me han puesto una persona para poder estar con ella. Fue en Aretxabaleta, y fue una chica voluntaria, Arianne, es su nombre.
Nos ayudó mucho, sólo tenía que ayudar a movilizar a Lorena en el agua y ser uno más con los niños que había alrededor. El segundo año de piscina, no hubo voluntaria. Yo tuve que retomar el papel de ser mamá y ser auxiliar de piscina. El resto de los años seis años antes, estuvimos en Arrasate, allí, formamos parte de un grupo de personas diverso funcionales, pero también tuvimos que ser las auxiliares, porque nadie se atrevía a cogerlos a ellos solos.
Es verdad, que hay ludoteca en el pueblo. Una sala de juegos entre niños. Pero no me parece sacarle de un aula cerrada para meterle en un espacio cerrado, con una actividad muy parecida. Quizá, haga la propuesta de; con el mejor tiempo las actividades se exterioricen, y se nos cobre por mes y no por año, como se está haciendo.
Otra actividad en la que podría estar mi niña y que había opción en el pueblo; era la de ir a un curso de alfarería. ¿Porqué, no? hacer que la vibración de un torno con las manitas en el barro la hicieran sentir cositas, como; que forman parte de un grupo, sintieran la serotonina de la arcilla. Es decir, una actividad en la que estar. La pega fue cuando fuimos a preguntar yo y la tutora del aula, Lorea Ugarte, lo que costaba la actividad. Casi nos caemos de culo!, cuando nos dijeron 60 € al mes. Imposible con esas cifras, no hay subvención. Quizá haya que crear, pero claro! si no va por asociación, ¿quién asume esa extraescolar?, el bolsillo de los padres. Pudiendo ser actividad escolar.
Cómo generar un espacio para que estos niños también puedan jugar después de salir de clase si el entorno no sé implica. Una no puede.
Nos lo enseñaron en Barrio Sésamo: "sola no, con amigos sí ".
A mi edad, tengo que hacer lo que se hace de pequeñita; tengo que preguntar a mí entorno, ¿quieres jugar conmigo?(¿es la pregunta que haría mi hija?).
Pues no!!, ese es el error no es lo que haría. Es ver que ella no puede formular la pregunta, y es su entorno, el que tiene que ver que es lo que necesitan estos niños; jugar extraescolarmente como los demás.
Marisol Andrade.
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